Reflexiones de sábado a la mañana

Llegué ayer a la hora de costumbre a casa. Las 5 y media es una gran hora para comerse un cornetto relleno de chocolate y crema en el obrador de debajo de mi casa con Sandra y Miriam. Un rato de análisis de la situación en Bari, de la gente que nos rodea, terminar la botella de zumo de albaricoque que acompaña al bollo, convencerme para ir esta noche a nosequé sitio lejano (a ver si leen esto y me cogen entrada) y a la cama. A letto.

Hoy me he levantado genial. Ni un nubarrón en mi cabeza, ni un torbellino desagradable en el estómago. Cuatro rebanadas de pan de molde con Nutella y a encender el ordenador, que hay que estar informado.

Me topo con El Cairo, donde hoy los egipcios se fotografían y comparten refrescos con los soldados tras hacer caer al Ejecutivo a excepción del Presidente. Se manifiestan por el creciente paro, la falta de libertades, la ausencia de democracia y la carestía de los alimentos entre otras cosas. Se leen testimonios de chicas jóvenes que salen a la calle con su hijab a protestar y que piensan seguir ahí hasta que cambien las cosas. Dicen que el machismo no les callará mas.

Y me pregunto dónde estamos nosotros. Yo, personalmente, en un país donde el jefe del Poder Ejecutivo convoca una manifestación contra el Poder Judicial. Ese mismo país donde el Poder Legislativo está maniatado por tránsfugas y luchas de poder. Montesquieu está pegándose cabezazos contra la tapa de su sepultura de Saint-Sulpice de París. "¡Qué habéis hecho con mi invento!" estará gritando. Ese mismo país donde al Presidente del Consejo de Ministros se le acusa de promover la prostitución de menores en sus propiedades y de mantener relaciones sexuales con jóvenes casi 55 años menores que él. Y no pasa nada.

Y en España tres cuartos de lo mismo. Con dos partidos que se perpetúan en el poder gracias a una ley que les viene de perlas. Recomiendo que leáis este artículo de Jorge Urdánoz para entenderlo. Votamos cada cuatro aaños unos programas electorales que no se cumplen. Nuestros líderes legislan en función de lo que dictan en Bruselas llegando a posiciones en las antípodas de su pensamiento político. Porque como dice Fausto Bertinotti en su libro "Chi comanda qui? (¿Quién manda aquí?)" áquí manda el mercado. Porque Papandreou no manda en Grecia, a Cowen le quedan pocos días de creer que manda en Irlanda y Rodríguez Zapatero ni mandó, ni manda, ni mandará. Manda el euro. Punto.

Dinero. Pedía el Ministro del Interior a los bancos que pusiesen crédito en circulación a las familias para crear economía. Esos bancos que por su afán de ganar más y más han llevado a miles de personas al paro. Esos bancos con los que firmamos hipotecas contentísimos que nos mantendrán encadenados 40 años. Mercado.

¡Qué cosas piensa uno un sábado a la mañana! Por suerte, y espero que se note el sarcasmo, en cuanto empiece el Osasuna - Real Madrid de mañana se me olvidará todo. O quizá antes, con el Lazio - Fiorentina de luego. ¿Para qué pensar? Mientras haya fútbol y cervezas...


Jau, a las 14:52 horas del sábado, 29 de enero de 2011.
Escuchando "Mataculebra" de Kepa Junkera.

Publicar, suprimir, publicar

He escrito. He borrado. He vuelto a escribir. He vuelto a borrar y finalmente he publicado. Lo he leído en su formato final y lo he suprimido.

Se titulaba "Regreso a 41'12ºN, 16'85ºE desconcertado". Me parecía un buen título. Pero un mal texto. Sin cohesión, coherencia ni adecuación. Si me pilla Ororbia, mi profe del cole, me cruje. Contaba un poco mi Navidad por encima, mi viaje hasta aquí y algunas preguntas que me hacía. Cosas que no me he planteado todavía yo; como para plantearlas al mundo.

Por eso lo he borrado y por eso pongo aquí este texto de disculpas. Cuando escriba algo que me guste lo pondré. Puede ser luego, mañana o dentro de una semana.

P.D.: Creo que será pronto porque desde ayer duermo en un colchón nuevo. Mullido, blando. Nunca más colchones de faquir. Ahora ya podéis sentaros (o hacer lo que queráis) en mi cama sin miedo.


Jau, a las 13:36 horas del martes, 11 de enero de 2011.
Escuchando "Sunrise" de Norah Jones.