Estimada Alcaldesa de la Muy Noble, Muy Leal y Muy Heróica Ciudad de Pamplona:
Me dirijo a usted en estas lineas para comunicarle un descubrimiento que he hecho esta mañana en uno de mis desplazamientos por Bari. Estoy seguro, vista su dilatada experiencia, que le va a interesar.
A eso de las 12:45 horas (CET) encontrándome en la Via Giovanni Amendola, a la altura del número 120 he vislumbrado una estructura de edificio en la cual no había hogares u oficinas sino coches. Sí, se trataba de un aparcamiento "supraterráneo".
Es lo que en este país llaman autosilo. Edificios que podrían estar por altura y dimensiones en nuestra ciudad pero que en lugar de albergar familias albergan automóviles.
Por ello le propongo que se rehagan los aparcamientos de su ciudad. ¿Para qué excavar la Plaza del Castillo y sólo hacer un estacionamiento subterráneo? ¡Construyamos también en vertical! Esto tiene muchas más posibilidades. Por ejemplo, la Plaza del Baluarte, esa cómoda plaza a la que, por su orientación (pensada por insignes arquitectos) no le da el sol en todo el día y por sus adoquines no está adaptada para el juego infantil o el paseo es un lugar idóneo para la instalación del primer autosilo pamplonés. Podríamos conectarlo con El Corte Inglés con una pasarela y pondríamos un carril-bici por la acera que nadie usará por peligroso y mal ideado pero queda muy ecológico.
Otras posibles localizaciones en el centro de la ciudad podrían ser el Paseo de Sarasate o la Plaza Príncipe de Viana. Así, usted, tendría un autosilo frente a la institución que actualmente preside y otro frente a su futuro despacho del Gobierno Foral.
Está claro; todo son ventajas. Comencemos el proceso de queda poco para las elecciones y con un poco de suerte en febrero inauguramos.
P.D.: Adjunto imagen para que se haga una idea de la belleza de la construcción.
Jau, a las 13:56 horas del jueves, 14 de octubre de 2010.
Escuchando "Meravigliosa creatura" de Gianna Nannini.
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