"Sin novedad en el Alcázar" dijo el general sublevado Moscardó en 1936 cuando saludó a otro militar fascista tras ser liberado del asedio del ejército constitucional. El Alcázar de Toledo estaba prácticamente destrozado.
Hoy podría firmarlo Silvio Berlusconi. Un señor que no ve lo que ocurre a su alrededor, que no escucha y que convierte su discurso al final en "pa'chulo, yo".
Ayer y hoy el caos es estudiantil. Ayer se produjo un intento de entrada masiva al Senado en Roma. Protestan los estudiantes por la ley que quiere introducir la ministra Gelmini que reduce en un 89% las bolsas de estudio en la universidad pública. Un escándalo que se quiere apoyar sin conseguirlo en las reformas económicas para salir de la crisis. Pero tocar la educación es algo que ningún país europeo ha hecho. Los investigadores se han encaramado a los tejados con el visto bueno de rectores, catedráticos y profesores.
El Ejecutivo hace como que no ve pero las ediciones digitales de los principales medios italianos no dejan de publicar noticias. Primero fue el lanzamiento de huevos en la Cámara Alta italiana y el acceso a las azoteas de las universidades acompañados por políticos más que relevantes como Bersani o Vendola. Hoy se ha dado un paso más y grupos de estudiantes han "tomado" la Torre de Pisa o el Colosseo en Roma.
Imaginaros entrar al Colosseo como turistas y veros rodeados por jóvenes que corean consignas antigobierno. El mayor símbolo italiano convertido en altavoz al mundo.
Otros edificios en Turín, Cerdeña han sido "ocupados" también. El tejado del Politecnico en Milán lo mismo.
Pero mientras el Ejecutivo hace oídos sordos tanto a las protestas como a sus tres derrotas consecutivas en los últimos días en la Cámara Baja.
¿Cantos de cisne? Esperemos al 13 de diciembre. Ese día hay cena en casa. Porque Antonio habrá aprobado su examen y porque los italiano se habrán librado de Berlusconi, Carfagna, Maroni y demás secuaces.
P.D.: Hay en este texto un punto de envidia. ¿Quién no quiso alguna vez montar una revolución? En Pamplona todos sabemos que, por lo de siempre, es imposible. Al menos presenciarla aquí está siendo agradable. ¿Se conseguirá algo? México y París hace más de 40 años dicen que no. La utopía dice que sí.
Jau, a las 16:51 horas del jueves, 25 de noviembre de 2010.
Escuchando "Las olas" de La Fuga.
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