Ocurre cuando menos te lo esperas. Y cuando más lo "necesitas". Es más, estoy seguro que cuando estás dormido nunca pasa.
Puedes estar leyendo el último cable sobre Moratinos o viendo un apasionante partido de fútbol italiano y lo notas enseguida. Se produce un pequeño corte en la transmisión y la imagen de Toni queda un segundo fija en la pantalla; a El País le cuesta tiempo de más cargar el último cotilleo diplomático y ves la debacle en forma de pantalla del Explorer.
"Internet Explorer no puede mostrar la página web". Acudes a la pestaña inferior derecha y constatas el error. Fastweb se ha ido. Y parece que no quiere volver. Buscas desesperado a "dlink". Es ese vecino que tiene la red inalámbrica sin proteger y que la comparte contigo de forma desinteresada. Hoy no está. Seguro que el Genoa ha marcado el segundo gol y te lo has perdido. ¿Y el Facebook? ¿Qué hago sin Facebook? ¿De aquí a que vuelva la conexión cuántos numericos rojos tendré en la barra azul? ¡No puedo contestar en ningún evento ni hacerme fan de la Operación Galgo!
A pesar de que lo puedes ver en "Conexiones" preguntas a voz en grito a tus compañeros si se ha ido internet. ¿Se os ha ido? ¡Joder! ¡Ahora que estaba leyendo el último affaire de Antonio Cassano! ¿Y si en este rato dimite Berlusconi? ¡Y yo con estos pelos!
Recorres el piso. ¿Me pongo un café? ¡El Quarta Caffè (café italiano que bebe mi compañero transalpino) se ha acabado! Cajón secreto... sólo hay 12 cervezas. ¿Por qué se derrumba el mundo a mi alrededor? ¿Qué será lo próximo? ¿Cerrarán la Nordwind? ¿Hará frío en la Puglia? ¿La gente recogerá los excrementos de sus perros?
Insultas en repetidas ocasiones al módem y lo desenchufas. Las luces, finalmente, se vuelven a encender y una de ellas parpadea con insistencia. eso es bueno. Vuelves a la mesa y allí está de nuevo. Respiras aliviado y entras en las principales redes sociales. A una chica de Barañain le gusta tu foto y tu correo sigue desierto. El mundo sigue disfrutando con Wikileaks y Luca Toni, como es habitual, no ha marcado gol.
Como bien dice Enjuto Mojamuto: "Como se fue vino".
La vida sigue igual. Este relato es exagerado y está escrito en clave de humor pero la necesidad de estar en contacto con los demás y de estar informado la he notado sobre todo aquí, a 1500 kilómetros de casa. Consecuencias de pertenecer a la aldea global. La terapia de desintoxicación temporal empieza el 20. Este trasto no me lo llevo.
Jau, a las 13:56 horas del sábado, 11 de diciembre de 2010.
Escuchando "Müssen nur wollen" de Wir sind helden.
Interneeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeéé
ResponderEliminarTranqui Jose Maria, a mi me pasa lo mismo a una 19 de distancia de mi barañain nata...