Tras llamar a un ciento de pisos para encontrar dos habitaciones individuales una voz de tinte serio nos informa de que dispone de ellas en dos tamaños. Es el Dottore Franco. Uno de esos señores serios que aparentan serlo mucho más al mirarte por encima de sus gafas. Nos informa que el piso está en la Via Michelangelo Signorile en el Quartiere (Barrio) Madonella. Por fortuna queda dentro de la zona que consideramos "de seguridad", al norte de las vías y decidimos acudir.
La mujer del Dottore nos muestra el piso. Parece sacada de una peli de mafiosos. Pequeña, fuerte, con gafas y un extraño acento barese.
En el piso quedan libres dos habitaciones. Una pequeña con baño propio y una más grande y luminosa. Esta última me encanta cuando la veo. Tiene el tamaño perfecto, balcón, ..., y la decoración es lo que aquí llaman "segnoriale", o sea, de tiempo de mis abuelos. Que sí, que la "scrivania" es muy antigua y eso pero vaya, que le estoy dando un lavado de cara a base de colgar cosas en sus blancas paredes y poniendo sábanas y movidas de colores compradas en Ikea. Además tiene lavadora (algo poco común aquí), internet wi-fi y todo el mobiliario necesario. Y para subir al tercer piso en el que nos encontramos el ascensor, a pesar de ser jóvenes, no viene mal.
Lo de Ikea tiene su gracia. Nunca había estado en uno y resulta que en el de Bari del 20 de septiembre al 1 de octubre lo que consumas en el restaurante te lo descuentan de la cuenta de la tienda. Así que hoy ha sido comer (2 platos, postre y cerveza), un corcho, un cacharro negro con cajones y un cojín por 11 euros. Sale rentable el euro que cuesta el tren ida y vuelta. Me parece que la semana que viene vuelvo que me he dejado de comprar un par de cosas.
Otra de las cosas que "venía" con el piso es Antonio. Un tío increíble. Es de un pueblo del sur de la Puglia entre Brindisi y Lecce y lleva en este "appartamento" cuatro años. Estudia Ciencias Políticas en el Ateneo para en el futuro ser diplomático en alguna embajada. Él es nuestro contacto con lo desconocido de Bari. Los barrios chungos, las tiendas, los bancos, la comida, ... Sí, la comida. Porque jamás pensé que a los macarrones les fuese bien el pepino pero sí, él consigue que la pasta con gambas, y una salsa de nata, pepino y perejil sea buenísimo y barato. Es un tipo enrollado que no bebe cerveza porque como él dice "Io sono italiano e gli italiani beviamo vino". Es muy italiano y nos asegura que la verdadera Italia es esta, la del sur. La de las señoras mayores en la calle al punto de la mañana. La del calor y la humedad sofocantes. La de la conducción temeraria con el "cazzo" permanentemente en la boca. Principalmente les disgustan dos cosas de su país; la Iglesia y Berlusconi, pero esto otro día.
Cerramos la puerta del piso diciendo a la señora que al día siguiente damos una respuesta. Conforme bajo las escaleras me hago una imagen mental de mi cuarto. Con pósters, con gente durmiendo en el suelo, con mi vida durante 9 meses, ...
Al doblar la esquina de Carulli con Cavour le digo a Iñaki que ese piso tiene que ser nuestro. Y aquí estoy, encima de mi cama escribiendo esto.
En mi casa. En vuestra casa.*
* Esta casa acepta correspondencia tradicional.
José Mª Jaurrieta Zarranz
Via Michelangelo Signorile 53
(c/o La Torre - Arena)
70121 - Bari
Italia
Jau, a las 18:42 horas del jueves, 23 de septiembre de 2010.
Escuchando "Youth of today" de Amy MacDonald.
Claro que sí, ¡larga vida al correo postal! Yo soy una de sus mejores seguidoras. Pero, ¿cómo se dice sobre y sello en holandés? En cuanto lo averigüe, estreno tu buzón! Un abrazo peregrino!
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